15.12.12

Plaza Francia

Caminaban de la mano por las calles de Buenos Aires. Ella le prometió su amor eterno, el le regaló una rosa. Se unieron ante la guerra, ante los caprichos y las peleas. Prometieron estar juntos por siempre. Entre risas y discusiones, escucharon canciones de los Smiths mientras disfrutaban de un picnic bajo el sol en Plaza Francia. No alcanzaron eternas horas ni interminables palabras para consagrar su amor, para asegurar su permanencia. Y así fue como tuvieron que separarse por aquel breve y doloroso tiempo. Y para cuando el volvió de su viaje emprendido, ya nada era lo mismo: las rosas ya no tenían el mismo aroma, la voz de Morrissey sonaba diferente, el sol ya no pegaba como días atrás, y los arboles de Plaza Francia habían perdido sus hojas. Ese fue el fin.

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